Uno de los desafíos de éste siglo, es
la profundización en la incorporación del principio de igualdad de género(hombres
y mujeres) en los diferentes ámbitos del que hacer y vivir del ser humano,
especialmente relacionados al económico, laboral y político, dado que hoy en
día se habla de igualdad de condiciones entre hombres y mujeres, el cual implica
el desdoblamiento en el análisis de los roles que desempeñan como actores
principales de la sociedad de un país; asimismo la fuerza que adopta la
inclusión de enfoque de género en la elaboración de proyectos de desarrollo,
reflejado en un cambio de paradigma en pos de optimizar los esfuerzos y
recursos para los beneficiarios directos de un programa y/o proyecto a
desarrollarse.
En contraste, el término brechas de
género, se define como una derivación del vocablo franco breka (“roto”),
se utiliza para nombrar a una rotura, resquicio o abertura, y desde el punto de vista del
género” las brechas de género, forman parte de la cultura de las organizaciones
y tienen la capacidad de reforzar las relaciones de poder desiguales entre
mujeres y hombres o entre diferentes grupos de mujeres.
En esta perspectiva “se debe tener
presente que las brechas de género son patrones desiguales de acceso,
participación y control de mujeres y hombres, sobre los recursos, los
servicios, las oportunidades y los beneficios del desarrollo” (Dirección de Planificación e
Inversión, 2011, p.11).
“La metodología desarrollada por PNUD
Chile para incorporar el enfoque de género en los programas y proyectos
plantea:
· Identificar
consideraciones de género tales como la presencia o no de recolección de datos
desagrega dos por sexo.
· La
inclusión de la perspectiva de género en el Ciclo del Proyecto (diagnóstico,
diseño, ejecución, monitoreo y evaluación).
· La
sensibilidad de género de los equipos de trabajo de la institución, entre
otros.
· Disminuir
brechas de género, por ejemplo, en relación a la capacitación recibida por varones y mujeres de los equipos de
trabajo, o la toma de decisiones, etc. “(Dirección de Planificación e Inversión, 2011, p.12).
Teniendo
presente este contexto, en primera instancia debemos considerar que es fundamental
abrir nuestra mentalidad para reducir esa brecha existente entre lo que se
piensa y dice respecto a hombres y mujeres, ambos son importantes, iguales y
desde luego complementarios en sus distintas facetas. Al referirnos al enfoque
de igualdad entre hombres y mujeres, referimos un conjunto de instrumentos y
herramientas en la elaboración y diseño de proyectos, es trascendental
identificar sus características y particularidades; no es lo mismo diseñar un
proyecto dirigido a niñas que a niños, de igual manera no es lo mismo diseñar
un proyecto dirigido a mujeres que a hombres; por lo que se debe identificar los
factores determinantes a la hora de realizar actividades y tareas.
“Debemos comprender que hay diferencias entre
hombres y mujeres, sin embargo se debe entender también que uno del otro se
cimientan en uno del otro para llegar a un objetivo común, hacia y el logro de propósitos
y fines únicos, en sociedad y en forma conjunta”.
BIBLIOGRAFÍA:
Dirección
de Planificación e Inversión. (2011). Metodología
de transversalización. Guía metodológica para la transversalización de los
enfoques de interculturalidad y género en la formulación de los proyectos.
Quito, Ecuador: Ministerio del Ambiente.
Kideitu. (2007). Guía para la incorporación del enfoque de género en los proyectos de
empleo y formación.