La noción de complementariedad e igualdad
debe ser entendida como la realidad en la convivencia entre mujeres y hombres,
en un mundo globalizado en constante cambio y con un enfoque y perspectiva
diferente a lo largo de los años.
“El pensamiento andino tiene la
característica de concebir la realidad como integrada por dos contrarios que
tienen necesariamente que armonizar, la realidad es la armonía de contrarios.
La armonía de contrarios genera una realidad nueva y superior: Esa es la teoría
del desarrollo en el mundo andino. No puede existir algo nuevo, algo mejor,
sino es el producto de la relación armoniosa de contrarios.
Esta concepción de contrarios armónicos
fue desarrollada por nuestros antepasados, quienes la comprobaron en la
naturaleza y la aplicaron como modelo para la organización de sus sociedades.
Generalizando, podemos decir que cada elemento del universo pertenece a una de
estas dos mitades, a uno de estos dos contrarios. Considerando el tema
que estamos desarrollando, se les puede dar los nombres de femenino y masculino” (Disponible
en http://aymara.es.tl/Chacha-warmi.htm)
En su perspectiva, el chacha-warmi es una “expresión de convivencia entre partes iguales o diferentes que tengan un propósito común”. En este sentido, el chacha-warmi “trasciende la relación hombre/mujer” para situarse como “relación de complementariedad sin asimetrías” en el propósito de coincidir y buscar juntos (hombre y mujer) “la perfección”. En breve, chacha-warmi sería símbolo de armonía y equilibrio entre hombre y mujer, de cada quien consigo mismo y con su entorno.( Farah, I. y Sanchez, C. ;2008; p.89)
En contraste el chacha-warmi hace referencia a la equidad, igualdad y complementariedad entre hombre y mujer, en un paradigma de lo ideal de la convivencia entre ambos, llegando al punto de equilibrio racional y lógico del vivir bien, con visiones diferentes pero con estereotipos iguales. Al final el resultado será un fin común, minimizando sus asimetrías y desigualdades, desencadenados en una convivencia pacífica y duradera.
Si concebimos esta
perspectiva como forma de vida para las sociedades, sería un logro incomparable
e irrefutable, sin embargo como bien lo menciona el autor, es un ideal que a lo
largo de los años se ha visto incomprendida e inaplicable en su totalidad, ya
que hoy en día la realidad es otra. El rol que desempeña la mujer ha cambiado a
paso lento, se nota la participación en espacios de poder como la incursión en
la política,economía y otros; sin embargo no es suficiente, aún existe las
llamadas asimetrías, pues si bien la mujer está ocupando sitiales importantes,
surge las manifestaciones y críticas en el entorno familiar, surgiendo
detracciones a rol que desempeña en la sociedad. Si realizamos un análisis más
profundo en la cultura andina en grupos de aymaras y quechuas, el panorama es mas
critico, pues existe la contradicción entre costumbres ancestrales y el
chacha-warmi, ya que en la práctica, aún se nota el imperante llamado machismo,
con nítidas formas de aislamiento de la mujer.
A pesar de estas
discrepancias, el enfoque que adoptemos del chacha-warmi, parte de nuestros
pensamientos y concepciones, parte desde nuestra forma de pensar e iniciativa,
denota un cambio en el paradigma y perspectiva del rol que desempeñan mujeres y
hombres; es decir, parte desde nuestras costumbres, prácticas y formas de hacer,
que se ve reflejado en sí mismo en las decisiones presentes y futuras que
adoptemos de aquí en adelante.
BIBLIOGRAFIA
Felix Layme Pairumani, "El género en el Mundo Andino. Dsiponible en http://aymara.es.tl/Chacha-Warmi
Farah,
I. y Sanchez, C. (2008). Desafíos de una nueva agenda de género. Perfil de
género Bolivia. La Paz, Bolivia: CIDES- UMSA
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